Las realidades del Alzheimer

Los cambios que se presentan a nivel cerebral como la disminución en el peso y volumen del cerebro, son características comunes en las personas que se encuentran en la adultez tardía, sin embargo, es común pensar que, debido a esto, los adultos mayores sufran pérdida de memoria, lo cual es erróneo y quienes están cerca de estos adultos podrían estar haciendo caso omiso de enfermedades de demencia como el Alzheimer. Esta enfermedad al tratarse de masas anormales y bultos de retorcidos de fibras en la corteza cerebral, es posible que llegue a afectar incluso a personas jóvenes, pero debido al estado de vulnerabilidad en el que se encuentra el ser humano en su adultez tardía, es más común que se presente en personas con edades mayores a los 65 años.

Pero esta no es la única causa que puede determinar la aparición de esta enfermedad, ya que es común que personas cuyos familiares como abuelos o padres hayan sufrido esta enfermedad, se encuentren más propensos a desarrollarlas en el futuro como motivo de su herencia genética, además que los golpes fuertes y graves a nivel cerebral, propicia la muerte de neuronas encargadas del área de la memoria y el correcto funcionamiento cognoscitivo.

El Alzheimer es la enfermedad de demencia más común en el mundo, afectando al menos en Estados Unidos a más de 5 millones de adultos mayores según la Alzheimer Association en un estudio realizado en el año 2016, siendo a su vez la cuarta causa más común de muerte.

El Alzheimer una enfermedad que se estima tiene una esperanza de vida de 12 años, es muy poco probable por no decir imposible, que aquellas personas que la desarrollen logren superar estos doce años, debido a que esta enfermedad afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento de quienes la padecen, lo que hace que muchas veces estas personas se pierdan en lugares que ya conocen o incluso en escenarios más peligrosos, como en una autopista en donde podrían ser víctimas de un atropello o un asalto que podría causarles un problema cardíaco y posteriormente su muerte.

Su rápida detección es muy importante ya que esto permitirá poder someter a la persona a tratamientos que le ayuden a mantenerse lo más independiente posible pero cuando esto no se hace a tiempo es muy probable que alguien de la familia o algún profesional de salud deba hacerse cargo de sus cuidados, lo que a su vez podría ser el detonante de otra causa de muerte en la persona adulta mayor, debido a que esta podría deprimirse, sentir que su vida no tiene sentido y perder todas las ganas de vivir, por la limitante en el correcto desempeño de sus actividades diarias, como comer, bañarse o en casos más avanzados incluso llegar a olvidar del todo quiénes son sus hijos y sus familiares más cercanos.

Quienes sufren esta enfermedad atraviesan distintas etapas de desarrollo de la enfermedad como tal, estas etapas traen consigo la privación de capacidades cognoscitivas con las que contaba la persona antes de contraer la enfermedad.

Etapa leve: Esta etapa de inicio de la enfermedad suele ser corta, ronda aproximadamente un máximo de 3 años. En la etapa temprana es posible que la persona continúe siendo independiente, tal vez aún pueda conducir un auto, trabajar e involucrarse en actividades sociales. A pesar de esto, la persona puede sentir que está experimentando lagunas en la memoria, como olvidar palabras conocidas o la colocación de objetos comunes de la vida cotidiana.

Es muy probable que durante esta etapa aún la enfermedad pase desapercibida para los familiares e incluso el portador de la misma, al pensar que es parte del proceso de vejez, pero eso no debería ser así, sino que más bien al notar estos pequeños cambios, se debe acudir a un doctor para iniciar con algún tratamiento y minimizar los efectos del Alzheimer.

Etapa Moderada: La etapa moderada del Alzheimer típicamente es la más larga y puede durar varios años que la etapa leve. A medida que la enfermedad progresa, quienes la padecen requieren un nivel de cuidado más alto, se puede notar que la persona confunde palabras al hablar, tiene dificultades para abotonarse una camisa, se siente frustrada o enojada, o actúa de manera desconcertante, como, por ejemplo, negarse a bañarse por que no recuerda esto como una actividad diaria. Es muy común que en esta etapa se comience a desarrollar frustración en la persona, a causa de las deficiencias en las capacidades cognoscitivas.

Etapa avanzada: En la etapa final de la enfermedad, las personas pierden la capacidad de responder al entorno, sostener una conversación y, finalmente, controlar el movimiento. Las personas aún pueden decir palabras o frases, pero comunicar el dolor se vuelve más difícil, de manera que la memoria y las destrezas cognitivas tienden a disminuir considerablemente, es posible además que se presenten cambios significativos en la personalidad y que las personas necesiten un nivel total de ayuda con las actividades cotidianas.

En esta etapa de la enfermedad ya no hay vuelta atrás, la persona que la padece necesita de que alguien esté disponible todo el tiempo para ella, porque ya acá es muy probable que la persona se pierda incluso en lugares que son frecuentados, además de que actividades cotidianas como bañarse y cepillarse los dientes se vuelven imposibles de realizar.

El Alzheimer es una enfermedad que se vuelve más común y grave conforme aumentan los años en la persona, por eso es importante que quienes la padecen pero sobretodo quienes no la padecen comiencen a entrenar su mente, a realizar actividades que los ayuden a mantener sus capacidades cognoscitivas de la mejor manera posible, cómo leer, hacer crucigramas en fin, actividades en donde la memoria juegue un papel importante e incluso algún trabajo ya sea remunerado o no, pero que les sirva de una manera recreativa, en conjunto con una buena alimentación que les permitirá junto con estas actividades el gozar de una buena salud mental y física; y para aquellos familiares que tienen a su cargo a alguien con esta condición, deben tener la paciencia suficiente y el espíritu de querer ayudar muy arraigado, porque estas personas en serio los necesitan para poder vivir los últimos años de su vida de una manera óptima y feliz.

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