viernes, 2 de febrero de 2018

Dismorfofobia: la obsesión con los defectos

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Dismorfofobia: la obsesión con los defectos

En la época que vivimos las personas cada vez se preocupan más por mostrar su mejor versión, buscar la perfección, seguir tendencias y modas actuales, todo esto con el objetivo de ser parte de algo. Por otra parte, las redes sociales han sido las causantes de crear esa necesidad en las personas de buscar el cómo mostrar lo mejor de sí mismas a los demás y la aceptación de las mismas, y es esta necesidad la que ha creado en personas el trastorno conocido como Dismorfofobia o Trastorno dismórfico corporal, el cual representa una obsesión en las personas por los defectos de su cuerpo.

Si es bien cierto, todos alguna vez en la vida han estado o se han sentido insatisfechos con alguna parte de su cuerpo, no obstante, eso no es motivo por el cual estar deprimidos o pensar que son menos que los demás, ya que nadie es perfecto y todos los seres humanos son distintos. La mayoría de personas aprenden a vivir y a aceptar sus defectos, logrando seguir adelante, sin embargo, existe un grupo personas, específicamente jóvenes, que no tienen la misma suerte y es donde conocen el Trastorno dismórfico corporal.

¿Qué es la dismorfofobia?

El trastorno dismórfico corporal (TDC), es un síndrome que consiste en sentir una obsesión y gran preocupación por la inconformidad de una parte del cuerpo, generando estrés y depresión a gran nivel en la persona, lo que conlleva a dificultar el poder llevar una vida normal. A este síndrome se le conoce también como el síndrome del espejo, dado que el defecto por el cual las personas se llegan a preocupar es imaginario o desapercibido para las demás personas, por lo que las personas que llegan a vivir este trastorno ven como una verdad el que su cuerpo es imperfecto, desproporcionado o en ocasiones con deformidades.

Según estudios científicos 1 de cada 100 personas llegan a padecer este trastorno, siendo más común durante la adolescencia, donde los síntomas que estas presentan van desde mirarse constantemente en el espejo, peinarse en forma excesiva, pellizcarse la piel, cubrirse u ocultar lo que consideran un defecto y compararse repetidamente con los demás.

Entre las causas de este trastorno se pueden encontrar el haber experimentado un suceso traumático, conflicto emocional durante la infancia, o un abuso, además de un bajo autoestima o el acomplejamiento de los padres con los hijos.

Dismorfofobia: la obsesión con los defectos

Para poder tratar este trastorno lo que los especialistas recomiendan es psicoterapia, ya sea individual o familiar, con el fin de que paciente aprenda a modificar la creencia que posee sobre su cuerpo, reduciendo la inseguridad, la ansiedad, el estrés y la depresión.

Dicho esto, como conclusión, es importante que las personas traten de conocerse a sí mismas y que nunca se sientan avergonzadas en caso de que estén sufriendo este trastorno u otro. Es muy importante el siempre buscar ayuda, hablarlo con los padres o con alguien de confianza, ya que, si no es así, el trastorno y el malestar continuaran, y en algunos casos puede que se llegue a complicar con la aparición de más trastornos relacionados.

Por lo tanto, esperamos que nunca llegues a pasar por una situación como la presentada el día de hoy y en caso de que estés pasando por un trastorno, esperamos que logres salir adelante con ayuda profesional, recordando siempre que nadie es perfecto en esta vida y que la belleza física no es eterna.



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